Santander - 04.09.2019

El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha visitado hoy las instalaciones del Instituto de Investigación Marqués de Valdecilla (IDIVAL) para conocer in situ a los equipos de investigadores y los proyectos que están realizando en "un centro que está a la vanguardia de la investigación y la innovación sanitarias y que es un referente mundial en su área".

Precisamente, aprovechando su estancia en el IDIVAL, el consejero ha firmado la solicitud para renovar su acreditación como instituto de investigación sanitaria, una certificación fundamental que solo poseen otros 30 centros más en toda España.

"Reeditar esta acreditación es esencial para el ejercicio de las competencias del IDIVAL ¿ha detallado el consejero de Sanidad-, pero precisa "un gran esfuerzo de actualización y renovación que dé cumplimiento a unos rigurosos estándares y requisitos muy estrictos que exige el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), competente para la certificación".

Acompañado en todo momento por el director del centro, Galo Peralta, ha recorrido las instalaciones, donde le han hecho partícipe de los procesos que se siguen en cada proyecto de investigación. Junto a ellos, han acudido al IDIVAL, la directora de Salud Pública, Paloma Navas; el director de Transformación Digital y Relaciones con los Usuarios, Santiago García, y la gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Celia Gómez.

Ciencia del Factor Humano

Tras la visita, el consejero de Sanidad y su equipo se han reunido con los responsables del National Center for Human Factors in Healthcare (Centro Nacional de Factores Humanos en Salud) de la red MedStar en Washington, con quienes ha repasado los avances del proyecto EVALTEC, una iniciativa en la que Cantabria es pionera y que trata de implementar la ciencia del factor humano en la mejora continua de la tecnología y los procesos de asistencia sanitaria.

"Se trata ¿ha dicho el titular de Sanidad- de un proyecto innovador y pionero cuyo fin último es garantizar la seguridad del paciente". Para ello, se intenta reorientar la gestión de la asistencia sanitaria, aplicando la ciencia del factor humano para "seleccionar la mejor tecnología e implementar la que más se adapte a las necesidades de los centros sanitarios cántabros".

Esto implica, ha señalado, mayor seguridad con menos costes, porque se tarda menos tiempo en usar, se usa bien y no genera daño".