13 may 2020
Zuloaga y Rodríguez destacan que este proyecto "sitúa de nuevo a Cantabria en la cabeza de la investigación contra el COVID"
Santander - 13.05.2020
Cantabria ha iniciado un prometedor estudio frente a la COVID-19 basado en la transfusión de plasma procedente de pacientes ya curados y que cuentan con anticuerpos activos frente al virus (plasma hiperinmune).
Así lo ha avanzado el vicepresidente del Gobierno regional, Pablo Zuloaga, durante su visita a las instalaciones del Banco de Sangre y Tejidos de Cantabria (BSTC) en el pabellón 13 del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.
Se trata de un estudio en fase preliminar que está dando muy buenos resultados, ha explicado, y en el que mediante la donación de plasma de personas que ya han superado la enfermedad se trata de paliar y reducir los efectos del coronavirus en otros pacientes infectados.
Ha señalado que esta iniciativa "sitúa de nuevo a Cantabria en la cabeza de la investigación contra el COVID", y que permite afrontar el futuro con cierto optimismo "siempre con una base científica".
Acompañado por el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, el vicepresidente regional ha puesto en valor la actuación del personal sanitario, "que han demostrado durante toda la crisis estar a la cabeza de la lucha contra el virus, y ahora también en la investigación contra todos los efectos que tiene sobre las personas".
También ha hecho un llamamiento a la solidaridad de los ciudadanos para colaborar con normalidad en la donación de sangre, con el fin de garantizar los recursos necesarios para atender las necesidades asistenciales.
Zuloaga ha hecho extensible este llamamiento a la responsabilidad de la población para cumplir las normas y recomendaciones preventivas establecidas y que permitan a Cantabria acceder a la fase 2. En este sentido ha recordado que "el virus sigue estando ahí" y que no se deben dar pasos atrás.
Por su parte, el consejero de Sanidad ha aclarado que este estudio tiene una vertiente nacional, en la que participan 33 hospitales, y una vertiente regional que se centra en la utilización del plasma hiperinmune en pacientes que han estado en la unidad de cuidados intensivos, que todavía permanecen en la UCI o que han tenido un grave compromiso respiratorio.
Además, ha destacado que este estudio refleja que el sistema sanitario de Cantabria está a al día en la utilización de las últimas técnicas en el tratamiento del COVID.
Resultados satisfactorios
Promovido por la Consejería de Sanidad y coordinado desde el Banco de Sangre y Tejidos de Cantabria (BSTC), el estudio cuenta con la participación de los Servicios de Hematología, Microbiología y la Unidad Clínica COVID de Valdecilla.
Por el momento, se han tratado únicamente a tres pacientes (uno en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y dos en el Hospital Sierrallana), con un resultado muy satisfactorio en todos.
Sin embargo, aunque se trataba de pacientes con infección respiratoria grave, todavía es pronto para sacar conclusiones definitivas, ya que es necesario incrementar el número de pacientes para analizar los resultados en series más amplias.
En este sentido, Cantabria también está participando en un ensayo clínico a nivel nacional en el que está previsto que se incluyan a cerca de 300 pacientes. Aunque no hay plazos fijados para la presentación de resultados, el plasma hiperinmune se ha revelado cada vez más como una opción a tener en cuenta para manejar el coronavirus.
Según ha explicado el director del BSTC, el doctor José Luis Arroyo, el tratamiento se basa en la obtención de una donación de plasma de aproximadamente 600 mililitros de un paciente que haya superado la infección para transfundirlo a un paciente grave por coronavirus.
El efecto beneficioso de este tratamiento, ha precisado el doctor Iñigo Romón, otro de los coordinadores del estudio, se produce por la acción directa de los anticuerpos presentes en el plasma y que dan lugar a una inmunización pasiva.
Ha indicado que, aunque hay pocos casos publicados y son resultados preliminares, todo parece indicar que se trata de una terapia esperanzadora que ayudará a mejorar el pronóstico de esta enfermedad. Además, ha apuntado que la utilización del plasma hiperinmune para combatir una infección ya ha mostrado éxito en brotes anteriores de coronavirus como el SARS y MERS.
Aunque son poco frecuentes y generalmente leves de tipo alérgico, desde el BSTC se establece que los riesgos que este tratamiento puede entrañar para el paciente son los propios asociados a una transfusión de plasma similar a la que habitualmente se hace en todos los hospitales para tratar otras patologías.
Además, se aclara que, aunque no hay hasta la fecha ninguna evidencia de que el coronavirus pueda transmitirse por la transfusión de la sangre o plasma, como método de seguridad adicional la unidad de plasma donada es sometida a un proceso de inactivación viral que elimina cualquier riesgo de posible transmisión.
Selección y participación de donantes
La selección de los donantes y el proceso de donación se realiza desde el BSTC a través de un proceso denominado aféresis, idéntico al que se lleva a cabo para la donación habitual de plasma o plaquetas.
El proceso de donación cumple los mismos criterios de seguridad habituales en los donantes de sangre. De esta forma, además de los análisis para detectar anticuerpos contra el coronavirus, se descarta la infección por otros virus como el VIH y el virus de la hepatitis B y C.
Con objeto de hacer el proceso de selección de forma organizada y escalonada, desde el BSTC se está contactando con todas las personas que según los registros disponibles en el sistema de salud, cumplen con los criterios para poder realizar esta donación tan especial como son: menor de 65 años, peso superior a 50 kg, ausencia de enfermedades, no antecedentes de transfusión, haber superado la COVID-19 desde hace más de 14 días, estar asintomáticos y presentar anticuerpos IgG anti SARS-COV2 en su sangre. Se priorizará a aquellos que hayan sido donantes de sangre previamente.
Las doctoras Monserrat Briz y Cristina Amunárriz, encargadas de valorar a cada uno de los posibles donantes, han destacado la buena predisposición que han mostrado todas las personas contactadas, muchos de ellos personal sanitario incorporados a su trabajo tras haber pasado la infección. Hasta el momento ya se han realizado 23 donaciones, que suponen 46 dosis de plasma y hay muchos otros pacientes ya valorados que donarán en los próximos días.
Dado que el plasma puede conservarse congelado hasta dos años, todas las unidades que se vayan recogiendo y almacenando estarán disponibles de forma inmediata en el caso de que se produzcan repuntes en el número de contagios, lo que permitirá actuar con mayor rapidez a nivel asistencial.