VECTORES

Vectores
Prevención, vigilancia y control de las enfermedades transmitidas por vectores
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Las enfermedades transmitidas por vectores artrópodos, tales como el dengue, la fiebre chikungunya, la enfermedad de Zika o la fiebre amarilla entre otras, constituyen el grupo de enfermedades que más está creciendo en el mundo en los últimos años.
Si bien las enfermedades transmitidas por vectores han sido, desde siempre, una importante causa de mortalidad, los avances sociales experimentados desde el siglo XIX, sobre todo en los países desarrollados, posibilitaron reducir su incidencia. No obstante, en los últimos años, fenómenos como el cambio global y el incremento en la movilidad de personas y mercancías han favorecido su emergencia o reemergencia.
El cuadro clínico de las enfermedades transmitidas por vectores es muy variable, pudiendo ser tanto asintomáticas como letales.
En Cantabria, en los últimos años, se han diagnosticado casos de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, chikungunya o Zika, aunque todos ellos se consideraron importados, en personas viajeras procedentes de áreas donde estas enfermedades son endémicas.
La historia natural de estas enfermedades transmitidas por vectores es compleja, ya que, para que la transmisión ocurra, tienen que coincidir el agente infeccioso (generalmente un virus), el vector competente y un huésped susceptible, todo ello bajo unas condiciones ambientales adecuadas. Los diferentes virus transmitidos por vectores artrópodos se denominan en ocasiones, de manera global, como arbovirus, si bien este término no tiene un sentido taxonómico o filogenético.
Entre los vectores artrópodos capaces de transmitir estas enfermedades destacan varias especies exóticas de mosquitos del género Aedes (Ae. albopictus y Ae. aegypti, fundamentalmente), cuya presencia en España se ha detectado solo en tiempos recientes. Aedes albopictus, conocido como mosquito tigre, se detectó por primera vez en el año 2004 y actualmente se encuentra establecida en toda la franja costera mediterránea, Aragón y el País Vasco. Aedes aegypti ha sido hallada en varias ocasiones en los últimos años en Canarias, pero no se considera como establecida en dicha comunidad autónoma. En Cantabria no se ha detectado hasta el momento ninguna de estas dos especies.
Otra especie, también exótica, del mismo género, Aedes japonicus, sí ha sido detectada recientemente en Cantabria y las comunidades autónomas limítrofes. Esta especie, sin embargo, se considera poco competente para la transmisión de enfermedades en condiciones naturales, aunque experimentalmente sí se ha demostrado en laboratorio su capacidad para transmitir diferentes virus, como el virus del Nilo occidental, el virus del dengue o el de chikungunya.
Existen, así mismo, otros artrópodos autóctonos capaces de transmitir enfermedades, como mosquitos de los géneros Culex (fiebre del Nilo occidental) y Anopheles (paludismo), los también dípteros del género Phlebotomus (leishmaniasis) o las garrapatas de la familia Ixodidae (enfermedad de Lyme, fiebre exantemática mediterránea, fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, fiebre recurrente transmitida por garrapatas).
En el documento Global Vector Control Response 2017-2030 la Organización Mundial de la Salud advierte de la urgencia de reforzar el control de los vectores como herramienta de prevención y respuesta frente a estas enfermedades, debiéndose basar dicho control en la denominada gestión integrada del vector, que comprende estrategias de vigilancia entomológica, de gestión del medio físico y control biológico y/o químico.
Por otra parte, el Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente 2022-2026, elaborado por los Ministerios de Sanidad y para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, incluye como una de sus áreas temáticas a los vectores transmisores de enfermedades, marcándose como misión a este respecto “proteger la salud de las personas de la transmisión de enfermedades transmitidas por mosquitos, garrapatas y otros vectores”. Para ello establece diversas líneas de intervención en relación con la prevención y control temprano de brotes, la coordinación de las diferentes administraciones implicadas o la formación y concienciación ciudadana.
Para afrontar estos riesgos y minimizar el impacto de estas enfermedades emergentes, en el ámbito estatal el Ministerio de Sanidad elaboró en el año 2016 el Plan Nacional de Preparación y Respuesta frente a Enfermedades Transmitidas por Vectores (Parte I: Dengue, Chikungunya y Zika). En el año 2023 se ha revisado dicho plan y elaborado el Plan Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de las Enfermedades Transmitidas por Vectores (Parte I: enfermedades transmitidas por Aedes y Parte II: enfermedades transmitidas por Culex). Este último plan ha sido aprobado por la Comisión de Salud Pública con fecha 27 de abril de 2023.
El presente plan autonómico se estructura en distintas partes asociadas a las enfermedades transmitidas por diferentes vectores artrópodos. En esta parte inicial se contemplan las enfermedades transmitidas por mosquitos de los géneros Aedes y Culex, en línea con las directrices emanadas del Plan Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de las Enfermedades Transmitidas por Vectores. Posteriormente podrán incorporarse otras partes dedicadas a enfermedades transmitidas por otros vectores artrópodos (garrapatas, flebótomos, mosquitos del género Anopheles)