Escucha esta información Escuchar

28 jun 2024

No caigas en la trampa,¡la energía la tienes tú!

El consumo de bebidas energéticas está aumentando a nivel mundial, al tiempo que aumentan las evidencias y la preocupación sobre los posibles riesgos para la salud.

  • Todas tienen cafeína. NO son para niños
  • NO son isotónicas. NO son para deportistas
  • Insomnio, irritabilidad, diarrea… Eso NO es energía
  • Con o sin azúcar. NO son saludables
  • NO te arriesgues. NO las mezcles con alcohol

    

Todas tienen cafeína. NO son para menores
Todas las bebidas energéticas contienen cafeína, aproximadamente 80 mg por cada 250 ml, equivalente a un café expreso. No es recomendable que niños, niñas y adolescentes tomen estas bebidas con tanta cantidad de cafeína.
Las bebidas energéticas se venden en todas partes, están normalizadas en el supermercado y es frecuente encontrarlas en las tiendas de golosinas; pero no son golosinas, es poner una máquina de café a disposición de niños y niñas
Existen consecuencias negativas comprobadas del consumo de cafeína entre niños y adolescentes, incluidos efectos en los sistemas neurológico y cardiovascular, que pueden causar dependencia física y adicción.
El consumo de energéticas entre niños y jóvenes, está relacionado con un menor rendimiento académico en comparación con quienes no las beben, con un mayor riesgo de síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y con dolor de cabeza crónico (jaqueca y cefalea crónica).

 

NO son isotónicas. NO son para deportistas
Las bebidas isotónicas son para deportistas, utilizadas para rehidratarse y reponer minerales y azúcar tras la actividad física. Las bebidas energéticas son bebidas no alcohólicas que contienen grandes cantidades de azúcar, cafeína y taurina (potenciador de la cafeína) algún tipo de vitamina y extractos de hierbas
El efecto diurético de la cafeína hace que se elimine mayor cantidad de líquido y sales; ingerirlas tras hacer deporte es contraproducente porque se logra el efecto contrario al deseado.
Si se toman antes de hacer deporte, actúan como sustancias que provocan excitación momentánea y falsa sensación de vitalidad, disminuyendo la percepción de esfuerzo físico. Sin embargo, es frecuente la aparición de efectos adversos como palpitaciones o taquicardias.
Su consumo continuado además de generar tolerancia puede producir adicción.



Insomnio, irritabilidad, diarrea… Eso NO es energía

El exceso de cafeína que puede provocar el consumo de bebidas energéticas, interfiere en el ciclo natural vigilia-sueño. Afecta tanto a la duración como a los patrones de calidad del sueño (Se duerme poco o con mala calidad). El sueño no tiene efecto reparador, por lo que se genera mayor sensación de cansancio y fatiga psíquica y física. El consumo de bebidas energéticas está relacionado con el aumento de riesgo para desarrollar algunas patologías. El peso corporal, el género y la cantidad influyen en la aparición de síntomas asociados a su consumo. Algunos de los problemas detectados por diferentes investigaciones son:

  • Aumento del riesgo de problemas cardiovasculares.
  • Aparición de insomnio, nerviosismo, irritabilidad, incremento de la ansiedad, crisis de angustia y otros efectos relacionados con el sistema nervioso central
  • Dolor de estómago, acidez daños en la dentadura y deshidratación.

Con o sin azúcar. NO son saludables
“Las bebidas energéticas con azúcares” pueden contribuir a exceder la ingesta diaria recomendada de azúcar, una lata de 250 ml aporta entre 27,5 y 30 gr.
La OMS recomienda no exceder los 25 gr de azúcares añadidos consumidos al día.
La mayoría de marcas ha comercializado ya versiones sin azúcar, con edulcorantes que, son seguros, a corto plazo. Aun así, la OMS desaconseja su uso porque no ayudan a cambiar los hábitos alimentarios de las personas.
La alta cantidad de azúcar en muchas bebidas energéticas puede contribuir a obesidad, diabetes y otros trastornos metabólicos.

 

NO te arriesgues. NO las mezcles con alcohol
La mezcla de alcohol y bebidas energéticas es cada vez más frecuente en la gente joven. Los principales peligros que produce esta combinación son:

  • Enmascara los efectos de embriaguez: la estimulación de la cafeína oculta el efecto depresor del alcohol generando falsa sensación de control. Aunque estas bebidas puedan elevar la percepción subjetiva de mayor alerta, no contrarrestan los efectos del alcohol en sangre, enmascarando algunos de los síntomas que provoca.
  • Al no sentir la sensación de intoxicación causada por el consumo de alcohol es frecuente que la persona beba más pudiendo llegar a dosis peligrosas
  • Mayor probabilidad de consecuencias no deseadas como peleas, accidentes de tráfico, agresiones o conductas sexuales de riesgo.