Alergia al polen
Existe una relación directa entre los recuentos de polen alergénico en el aire y los síntomas de una serie de enfermedades alérgicas que afectan a una parte importante de la población.
Estas enfermedades son principalmente el asma bronquial y la rinitis y conjuntivitis alérgica.
Semanalmente se determinan los niveles de los principales tipos polínicos presentes en Cantabria, por ser los más alergénicos y los más abundantes. También se proporcionan datos sobre los niveles de esporas del hongo Alternaria, al que muchas personas están sensibilizadas.
¿Qué debe hacer una persona alérgica al polen?
- Conocer los tipos de polen a los que es alérgica y los períodos típicos de polinización de las plantas que producen esos pólenes. Y tener en cuenta que en días de fuertes vientos y tormentas primaverales, los niveles de polen suelen elevarse.
- Emplear filtros de polen en el aire acondicionado de vehículos y viviendas y cuidar del mantenimiento de dichos filtros.
- Viajar en coche o autobús con las ventanillas cerradas. Evitar la bicicleta y la moto.
- Emplear gafas de sol en el exterior y en caso necesario, mascarillas, para evitar el contacto con mucosas de ojos, boca y nariz. En este caso, las mascarillas han de ser desechables y han de contar con válvula de exhalación: modelos FFP2 o FFP3. es importante limpiarse frecuentemente nariz y ojos, con suero fisiológico.
- En el domicilio, utilizar frecuentemente el aspirador y limpiar con bayeta húmeda.
- Dormir siempre con las ventanas cerradas y ventilar el domicilio al atardecer.
- Si se es alérgico a gramíneas, evitar el contacto con el césped, no sentarse, ni siquiera segarlo o cortarlo.
- Utilizar la medicación antialérgica según las pautas prescritas por el personal facultativo, atendiendo a sus posibles efectos secundarios.
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